¿Qué son las chorreadoras automáticas? Usos y tipos

La definición más directa y sencilla que se puede dar de las chorreadoras automáticas es que son dispositivos industriales diseñados para el tratamiento de superficies, ya sea para su limpieza, o para darles algún tipo de acabado.

Se trata de un trabajo que emplea diferentes materiales abrasivos para chorreado y granallado, los cuales se proyectan a una alta velocidad sobre la superficie que se quiere trabajar.

De esta forma, los equipos de chorreado automático, tienen como principio básico la utilización de aire comprimido para impulsar el abrasivo contra la superficie objetivo.

Por eso, los equipos de chorreado cuentan con sistemas de control que regulan la presión del aire y la cantidad de abrasivo que se utiliza, con el fin de que la limpieza o el acabado se realice de forma uniforme por toda la superficie.

La automatización del proceso de chorreado reduce la necesidad de intervención humana, lo que disminuye los costes laborales. Además, minimiza el riesgo de errores humanos y mejora la seguridad del personal al reducir la exposición frente a partículas abrasivas con respecto al chorreado manual.

¿Qué tipos de máquinas para chorreado automático se pueden encontrar en el mercado?

Las chorreadoras automáticas son máquinas industriales que dadas sus características y su funcionamiento, se pueden ver utilizar en muchos sectores, por lo que es normal verlas funcionar diariamente en muchas plantas de producción de diferentes productos.

Por supuesto, no todas las máquinas para chorrear de forma automática son iguales, existen diferentes tipos, cada uno con sus propias características y usos recomendados.

Las chorreadoras de tambor se utilizan normalmente para piezas pequeñas o de un tamaño mediano. En este tipo de máquina, las piezas se colocan dentro de un tambor rotativo y mientras el tambor gira, las piezas son sometidas a la acción abrasiva.

Por otra parte, las chorreadoras de cinta transportadora se utilizan para piezas de un tamaño mediano o incluso grande. En estas máquinas, las piezas se colocan en una cinta que las transporta a través de la zona de chorreado.

Las chorreadoras de mesa rotativa están diseñadas para utilizarse con superficies que tienen formas complejas o de un gran tamaño. Las piezas se colocan sobre una mesa que rota lentamente, exponiendo todas las áreas de la pieza al abrasivo que se está proyectando.

También, existen las chorreadoras de cabina, que son equipos bastante versátiles ya que permiten el tratamiento de piezas de muchos tamaños y formas. En estas chorreadoras, las piezas se colocan en una cabina cerrada donde se someten al chorreado abrasivo y el profesional lo controla desde fuera de la cabina.

Además, hay que mencionar las chorreadoras de satélite, que son una variante de las máquinas de mesa rotativa, pero con múltiples plataformas giratorias pequeñas dentro de una mesa principal.

¿Qué diferencias hay entre las chorreadoras automáticas y las manuales?

La principal diferencia entre las chorreadoras automáticas y las manuales, lógicamente, está en el nivel de automatización y de control del trabajador sobre estos equipos para el tratamiento de superficies.

Las chorreadoras que funcionan de forma automática se piensan y se fabrican para que puedan funcionar sin la necesidad de la intervención constante del trabajador especializado.

Por eso es que estos equipos cuentan con sistemas automatizados que regulan la presión del aire, la cantidad de abrasivo y el movimiento de las piezas, con el fin de que se produzca un trabajo de tratamiento uniforme y consistente.

Por otro lado, las chorreadoras manuales si que necesitan que el operador controle directamente la boquilla y la dirección del chorro abrasivo, lo que por supuesto hace que se tenga un control más directo, pero también hace necesaria una mayor experiencia para realizar un trabajo perfecto.

El coste inicial de las chorreadoras automáticas, por lo general, es más alto que el de las manuales, debido precisamente a la complejidad de su estructura y a la propia necesidad de componentes automatizados.

Sin embargo, el mayor coste que se tiene que asumir al principio debería compensarse una vez el equipo esté funcionando a pleno rendimiento por la mejora en la producción y la reducción del trabajo manual.

Si quieres saber más sobre cómo conseguir y utilizar una chorreadora automática, contacta con nosotros.

Estaremos encantados de atenderte de forma personalizada y de ofrecerte toda nuestra experiencia profesional en el sector del tratamiento de superficies.

¿Necesitas ayuda?

Nuestro equipo de Ventas estará encantado de ofrecerte una solución adaptada a tu negocio.

Contacta con Ventas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *