Las granallas de acero son un abrasivo utilizado en diferentes procesos dentro de la producción industrial. Se presentan en forma de granos con forma esférica y se fabrican a través de la función del acero en un proceso mediante le cual se consigue su automatización.
Los abrasivos de acero que normalmente se utilizan en el ámbito industrial y empresarial suelen tener una composición que destaca por el alto contenido que tienen de carbono. Con esto consiguen ofrecer muy buenas características en cuanto a su dureza, su resistencia frente al desgaste y la efectividad que tienen a la hora de aplicarse en el tratamiento de superficies.
¿Cómo se utilizan las granallas de acero en el tratamiento de superficies?
La granalla de acero se utiliza en el proceso de granallado de superficies con el fin de mejorar el estado del acero inoxidable. Aplicando la granalla se consigue una mejora de la resistencia de la superficie al mismo tiempo que esta se limpia de otras sustancias que puedan estar presentes en ella.
Para la aplicación de las granallas de acero en el proceso de tratamiento de superficies se utilizan principalmente dos métodos, los cuales destacan por su gran efectividad y son por tanto los más solicitados a nivel industrial. Serían los siguientes:
- Mediante la utilización de un motor eléctrico, el cual se encarga de generar energía cinética de gran potencia que es utilizada para producir la aceleración y proyección del abrasivo. De esta forma, se aplica la granalla sobre la superficie eliminando las impurezas y limpiando y fortaleciendo la superficie.
- A través de una herramienta de tipo neumática, que acelera y proyecta la granalla utilizando aire comprimido. En este método el aire sale a gran velocidad por unas ‘boquillas’ hacia la superficie que se desea tratar. De esta forma se produce el proceso de granallado sobre el material.
Existe una variante alternativa, que se conoce como granallado húmedo. Esta también está centrada en el tratamiento del acero y utiliza una mezcla de partículas procedente del agua con el propio aire comprimido.
¿Para que se aplica la granalla de acero en una superficie metálica?
Las granallas de acero son un abrasivo que cuenta con una gran capacidad de erosión cuando se aplica en una determinada superficie. Por tanto, se utiliza para realizar trabajos que requieren de mucha efectividad, generalmente por tratarse de superficies que se encuentran bastante contaminadas.
Se utiliza principalmente como paso previo antes de realizar otros trabajos sobre la superficie metálica. Es decir, como preparación de esta para que se encuentre en las mejores condiciones posibles antes de realizar con ella otros trabajos.
La granalla de acero está sujeta a altos controles de calidad precisamente para garantizar que ofrece los resultados esperados. En ellos se estudia la composición y forma del grano, así como su resistencia entre otras propiedades.
Las principales aplicaciones que se dan al granallado de acero en el ámbito industrial son las siguientes:
- Eliminar la pintura o el óxido presente en una superficie metálica.
- Aumento de la rugosidad de las piezas de acero.
- Limpieza y preparado de superficies para trabajos posteriores.
- Corte de piedras y de materiales duros como granito.
Las granalladoras industriales que utilizan abrasivos de acero están presentes en empresas de muy diversos sectores. Estas empresas utilizan estos equipos como parte del proceso de producción de las piezas que necesitan para sus productos finales.
Algunos de los sectores más conocidos donde se puede ver de forma habitual el uso de granalladoras de acero son:
- La industrial dedicada a la fabricación de automóviles.
- Las empresas dedicadas al sector de la construcción.
- Las metalúrgicas, que están especializadas en el tratamiento de minerales metálicos.
¿Qué ventajas ofrece el granallado con abrasivos de acero?
La granalla de acero aplicada a una superficie ofrece muchas ventajas. En primer lugar, es el único método efectivo para eliminar la calamina, uno de los mayores enemigos que tiene el acero.
Además, la superficie tratada tendrá una mejora sustancial de su resistencia a la corrosión, lo que hará que sea necesario posteriormente un menor mantenimiento.
El granallado con abrasivos de acero hace que se genere una rugosidad en la superficie que permite un mayor agarre de las capas de pintura.
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