Si te has interesado por esta guía de chorreado para principiantes es porque quieres iniciar tu camino en el mundo del chorreado, el cual puede parecer bastante complejo por las técnicas y términos técnicos, pero que en realidad es más sencillo de lo que parece especialmente si cuentas con la información que vamos a proporcionarte en este artículo.
Ten en cuenta que cada gran experto en chorreado comenzó como un principiante y con este artículo, estás dando tus primeros pasos hacia la maestría en este arte. Para ello, hablaremos sobre los distintos tipos de equipo de chorreado, los abrasivos y sobre la preparación y elección de proyectos.
Cómo elegir el equipo adecuado para iniciarse en el chorreado
El chorreado, también conocido como granallado o arenado, es una técnica que implica la proyección de material abrasivo bajo presión para limpiar o modificar la superficie de un objeto.
Sus usos varían en gran medida, siendo utilizan en la eliminación de óxido y pintura vieja, o para la preparación de superficies para la pintura o el revestimiento.
Para un principiante, entender cuáles son los trabajos que va a realizar es lógicamente el primero paso para seleccionar un equipo que se adapte a sus necesidades actuales y que también permita el crecimiento y la experimentación con diferentes técnicas.
Existen varios tipos de equipos de chorreado, como salas de chorreado e incluso chorreadoras portátiles. Como breve descripción, decir que las salas ofrecen un entorno controlado, minimizando la dispersión de abrasivos y garantizando una mayor seguridad. Mientras, las granalladoras portátiles son utilizadas normalmente para trabajos en exteriores.
Por otra parte, el tipo de abrasivo para chorreado que se emplea es el segundo elemento más importante a elegir. Existen diversos materiales como arena, vidrio, granalla de acero, entre muchos otros.
Cada uno tiene una serie de características concretas y es perfecto para diferentes tipos de trabajo. Los principiantes deben buscar un equilibrio entre la efectividad del abrasivo y la seguridad.
De hecho, la seguridad es importantísima en el chorreado, por lo que un equipo completo debe incluir protección personal como cascos con visores, guantes resistentes y trajes de protección. Además, lo ideal es que el equipo de chorreado cuente con sistemas de ventilación y filtros para evitar la inhalación de polvo y partículas.
Configuración inicial para preparar tu primera sesión de chorreado
El primer paso es preparar el área donde realizarás el chorreado, la cual debe ser lo bastante amplia para trabajar cómodamente, además de segura para evitar accidentes.
Comprueba que el espacio esté libre de materiales inflamables y tenga una buena ventilación para evitar la acumulación de polvo y de vapores nocivos. Si trabajas en un espacio cerrado, como por ejemplo un garaje o una pequeña nave industrial, deberías llevar a cabo la instalación de un extractor de aire o un sistema de ventilación.
Antes de comenzar, verifica que todo el equipo funcione correctamente. Comprueba las conexiones por donde saldrá el aire comprimido y el correcto funcionamiento de los controles. Por supuesto, equípate con la protección personal necesaria descrita en el párrafo anterior.
Realiza algunas pruebas en una superficie que sirva como boceto. De esta forma, podrás familiarizarte con el equipo y ajustar la presión del aire y el flujo del medio abrasivo.
Comienza con una presión baja y ve aumentándola gradualmente hasta encontrar el nivel óptimo para tu trabajo. Ajusta también la distancia y el ángulo de chorreado para ver cómo afectan al resultado final.
Elección de proyectos adecuados para principiantes en el chorreado
Para los principiantes en el chorreado, lo mejor es empezar con proyectos que no tengan un gran nivel de complejidad.
Proyectos simples como chorreado de pequeñas piezas metálicas, herrajes o componentes de bicicletas, pueden ser un buen punto de partida.
Materiales como el hierro o el acero son más fáciles de trabajar para los principiantes, ya que son menos susceptibles a sufrir daños por un chorreado excesivo.
En cuanto al medio abrasivo, optar por uno que sea menos agresivo, como las microesferas de vidrio, es la decisión más prudente para empezar, ya que son eficaces para la limpieza y el acabado suave, pero minimizando el riesgo de dañar la superficie del material.
Con esta información ya sabes todo lo que necesitas para comenzar, pero si tienes preguntas más concretas o necesitas ayuda personalizada, contacta con nosotros.
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